Manuel Mantilla deja en claro que la primera referencia argentina en Mercedes Benz es nada más y nada menos que Juan Manuel Fangio. Sin embargo, desde el mes pasado se ha constituido en el primer CEO de nacionalidad argentina de la filial local de la empresa Mercedes Benz. Mantilla tuvo una de sus primeras incursiones por el interior argentino. Llegó a Tucumán en el marco del programa de la compañía, Star Class, que distinguió a la concesionaria local Rolcar. Esta empresa tucumana pasó ciertas exigencias, cualitativas y cuantitativas, para obtener uno de los máximos galardones de 2018: concesionario Platino. En una entrevista concedida a LA GACETA, Mantilla explicó que eso se debe a sus elevados estándares de atención, calidad, ventas y servicios. Además, habló de la realidad del mercado automotor nacional.
-¿Qué siente alguien que está en una terminal cuando mira el nivel de caída actual en ventas y en producción?
-Nosotros tenemos la planta. Estamos desde hace casi 70 años en la Argentina. La primera planta de Mercedes fuera de Alemania fue la nuestra. Acá producimos desde hace un poco más de 20 años la Sprinter. También hacemos chasis y luces, y camiones. Como argentino, creo que estamos acostumbrados a estos altibajos, y desde el punto de vista de la planta, tenemos la suerte de que en Brasil la marca está funcionando muy bien. La Sprinter está número uno en Brasil, con volúmenes récord de ventas, así que eso ayuda, de alguna manera, a compensar la estabilidad de la planta. Esta se traduce, por supuesto, en empleo estable para todo el equipo que trabaja en Mercedes, para casi 2.800 personas. Pero es cierto que para los concesionarios y el mercado interno sí es un golpe muy fuerte. El sacudón empezó en marzo, abril, mayo del año pasado. En el segundo semestre ya la crisis se mantuvo y también se mantiene durante este año, pero 2019 lo aceptamos tal cual es: no esperamos ninguna recuperación. Sin embargo, creo que ya tocamos fondo, aunque en un año de elecciones siempre haya incertidumbre. Aceptamos lo que el 2019 es: la desilusión de lo que todos esperábamos en el 2018, del famoso millón de unidades. No llegamos y este año vamos a estar por la mitad, en unas 500.000 unidades, pero ya deberíamos encarar un camino de recuperación. Vemos el 2020 con optimismo.
-¿Qué siente? Es una empresa que tiene 70 años y es el primer argentino que la preside.
-Para mí es un orgullo. Hubo uno antes, que fue Juan Manuel Fangio, lo que me pone un poco de presión (risas). Pero sí, para mí es un orgullo. Habla un poco de la globalización que está caminando Mercedes-Benz, obviamente con su presencia en muchísimos países, pero también con la descentralización desde Alemania y la confianza en el equipo argentino. Está mi nombre como el del presidente, pero detrás hay un gran trabajo del equipo directivo de Argentina, de argentinos que alimentaron esta confianza que hoy se traduce en que haya un presidente argentino. Pero el mérito es de muchos años de un gran trabajo del equipo local.
-¿Qué tiene el empresario argentino que lo hace diferente al resto?
-Creo que somos muy creativos y también muy perseverantes. Nos gusta encarar los desafíos, nos gusta buscar soluciones distintas. Tenemos un orgullo grande por nuestro país y nos gusta demostrar de qué somos capaces. Y más que nada, quizás, somos optimistas. Sabemos que cada tanto alguna crisis tenemos que aguantar, pero decimos: “bueno, está bien, es algo que hay que pasar”. Y lo hacemos de la mejor manera posible, pero siempre pensando y mirando hacia adelante.
-¿Qué fortalezas ve para 2020, ahora que más o menos está claro que el 2019 no va a repuntar?
-El 2020 es optimismo y expectativa. Más allá de los resultados de las elecciones, deberíamos ver una economía en recuperación, que se traduzca en un mercado automotor que se recupera. Estamos lanzando la tercera generación de Sprinter fabricada en Argentina en el último trimestre de este año. También vamos a tener muchas novedades por el lado de los autos, porque estamos incursionando con un modelo 100% eléctrico. Mercedes está más allá de una crisis: estamos mirando los próximos cinco años. Este es un país en el que Mercedes confía, en el que Mercedes apuesta, y aceptamos estos altibajos porque sabemos que cuando uno mira la película, la película argentina es buena.